In extremis

Si la pasada semana, jugando contra el Pueblo Nuevo, se perdían dos puntos en los últimos instantes del partido, en esta ha ocurrido lo contrario. En la última jugada del partido jugado en El Río San Pedro con la Puertorrealeña se consiguió un gol que nos otorgaba los tres puntos de un partido que bien pudimos haber perdido.

Ciertamente no llegamos a entender cómo un equipo como la Puertorrealeña puede ocupar puesto de descenso en la liga. Si bien es verdad que cualquier equipo puede ganar a cualquier otro, cómo así ha ocurrido durante toda la competición, el equipo de Puerto Real se ha mostrado muy competitivo, sobre todo en su campo dónde a pesar de perder partidos casi siempre lo ha hecho por la mínima.

Volviendo al partido éste tuvo dos partes bien diferenciadas. La primera mitad fue nuestra, exceptuando los 8 primeros minutos donde el equipo local no dejaba que jugáramos con comodidad. Una vez que el dominio del centro del campo nos correspondió empezamos a entrar por banda creando ocasiones de peligro. Llegamos a estrellar un balón en el larguero en una falta directa y precisamente cuando más estábamos llegando un gol de ellos aprovechando un rechace de nuestro portero. No es la primera vez en la liga que tenemos que remontar un marcador adverso (casi preferimos remontar que manter resultado). El empate se logró en un contraataque lanzado por nuestro portero que el delantero logró aprovechar no sin cierta suerte ya que le favoreció el rechace tras haber parado el portero rival su primer remate. El 1 a 2 vino de corrido siendo ya dueños del juego tras una buena jugada por banda desde dónde se sirvió la pelota al delantero en situación inmejorable para marcar.

Pero como decíamos antes la segunda parte cambió el panorama. En los primeros minutos pudimos sentenciar si el árbitro hubiese concedido penalti cuando uno defensa de la Puertorrealeña paró el balón con la mano cuando ya entraba y el portero estaba batido o cuando en un uno contra uno estrellamos el balón en el poste. Incluso lanzamos un balón por encima del larguero en posición inmejorable a escasos metros de la portería. A partir de ahí empezamos a perder el dominio y ellos a llegar con más peligro. En una de esas llegadas su delantero vuelve a empatar el partido en un lanzamiento a bocajarro que nuestro portero llega a tocar pero no puede evitar que entre. No quedó todo ahí ya que sus llegadas se hicieron más peligrosas lanzando un balón al larguero y devolvíéndonos el fallo por encima del larguero a un metro de la línea de meta.

A falta de tres minutos para el final y con algunos de nosotros dando por bueno el resultado llegó la jugada que cambió el rumbo del partido. En una jugada que se había repetido bastantes veces, balón que llega al área botando y el delantero peina hacia atrás dirigiéndolo a la escuadra. Gol seguro ... si un gato vestido de portero no hubiese dibujado un escorzo en el aire para despejar a córner con su manopla derecha. Cualquier intento de explicar con palabras dicha acción no le haría justicia. Era la tercera jugada en la que nuestro portero se lucía y lograba evitar un gol que el equipo de Puerto Real no dejaba de merecer. Pero como dijo Cruyff "el fútbol es así", a 20 segundos del final en un contraataque lanzado más con el corazón que con la cabeza y tras deshacerse de agarrones y evitar alguna patada nuestro jugador logra llegar solo ante el portero y marcar el gol de la victoria.

Seguimos séptimos y la próxima jornada derbi local con el Apa.