sábado, 29 de octubre de 2011

8 jornadas para ver, por fin, fútbol

¡ASÍ SI!

En un campo nuevo. Con bastante frío mañanero, atenuado en una cantina pequeña pero bien provista donde pudimos desayunar mientras veíamos a los niños en el campo (a ver si aprenden "las mentes pensantes en Chiclana" y ponen algo igual en Carabina), nos dispusimos a ver ...
... el mejor partido jugado hasta ahora.
Ni la temprana hora ni el frío inicial pudo contener el vendaval (Con V de vendaval) de fútbol que generó La Salle en el campo del sanluqueño en la mañana del sábado.

El arranque del partido no mostró lo que después ocurriría. Los dos primeros minutos del partido veían como el equipo local estrellaba una falta en el larguero. Eso despertó a los nuestros que se adueñaron del centro del campo empezando a crear jugada tras jugada hasta que se consiguió el primero de los goles. Hasta ahora se había visto mala puntería (o mala suerte, según versiones), hoy todo lo contrario. La segunda llegada obtenía el premio del gol. Y antes del minuto 10 conseguimos el segundo que plasmaba verazmente lo que estaba ocurriendo en el campo.

Un mal despeje y el Sanluqueño se acercaba tras un buen lanzamiento de su centrocampista que se coló pegadito al poste derecho de nuestra portería. Un espejismo. Fue entonces cuando el equipo se creció y acrecentó su dominio sobre el juego. Así se conseguían dos nuevos goles, de bella factura, que dejaba el marcador 1 a 4 al final de la primera parte.

La segunda parte más de lo mismo. El Sanluqueño varió su inicial planteamiento con tres defensas, un centrocampista y dos delanteros para cambiar a dos centrales fijos atrás, tres en el centro y un delantero y acabar con un sólo jugador en medio campo y tres delanteros. Todos estos cambios sólo hicieron que el juego del equipo de Sanlúcar se volviera un lanzar balones arriba y tiros lejanos. En uno de ellos una falta al borde del área magistralmente lanzada por su delantero se coló por la escuadra sin que nuestro portero pudiera hacer nada por detenerla. Antes se había logrado el quinto en un contraataque. El sexto sólo fue el justo premio para un equipo que cada día que pasa se parece más a sí mismo.

Cómo se sintieron los sanluqueños cuando vieron que ni poniendo el partido tan temprano lograron ganarlo.

Tenemos que destacar el buen ambiente que se vivió entre las dos aficiones con los padres viendo el partido entremezclados y departiendo amigablemente los lances del juego. A todo esto ayudó la tremenda deportividad con la que los jugadores de los dos equpos mostraron en el terreno de juego. Al final del partido felicitaciones y parabienes por parte de los dos conjuntos que supieron entender el verdadero significado de jugar un partido de fútbol.

Otra satisfacción de la mañana del sábado fueron las dos visitas gastronómicas que se realizaron en la bella ciudad ribereña. Primero la visita a la fábrica de polvorones La Rondeña, cuyas delicatesens pregonamos en una anterior entrada. Alguno se dejó un buen pico allí. Sin duda una buena inversión. Después nos dirigimos al restaurante El Rancho, donde ya acabamos de rematar la faena metiéndonos, entre pecho y espalda, una deliciosa parrillada de ibéricos ... y alguna que otra cervecita. Lo dicho, la mañana salió redonda. ¡Y ENCIMA EL TARAGUILLA PERDIÓ EN CASA CONTRA EL SAN ROQUE!

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